Primero, es importante recordar un hecho relevante: los colores que percibimos son, en realidad, efectos de la luz. Por lo tanto, dependiendo de la intensidad de la iluminación, nuestra percepción de un objeto o una pared puede cambiar. Además, diferentes bombillas impactan de manera distinta a quienes se encuentran en un entorno, pudiendo dejar a la persona más tranquila o más agitada, por ejemplo.
Con esta breve descripción, estamos seguros de que ya has captado hacia dónde queremos llegar: al diseñar un ambiente, trabajar con los juegos de luz es tan crucial como concentrarse en todo lo demás.
Cuando se trata de la comodidad, aún prevalece la preferencia de la mayoría de los clientes por espacios que sean acogedores y que transmitan la sensación de hogar. ¿No sabes cómo convertir esta idea en un proyecto increíble? Entonces, síguenos para aprender algunos tips prácticos.
1 – Combina luces blancas y amarillas según la función del cuarto
Ambas provocan efectos opuestos: mientras que las luces blancas estimulan la concentración y el enfoque, las amarillas inducen a que el cuerpo y los ojos entren en un estado de relajación. En un hogar, ambas son importantes, dependiendo del entorno en el que te encuentres.
Por lo tanto, la suavidad es la mejor opción para las salas de estar y los dormitorios. En estos lugares, lo ideal es trabajar con iluminación indirecta. Además, las tiras de LED y las lámparas de mesa son alternativas: más allá de iluminar de la manera deseada, también añaden un toque extra de personalidad a la habitación.
2 – No exageres en la iluminación
Esta recomendación aplica incluso para opciones suaves y amarillentas. Después de todo, al igual que un entorno oscuro resulta incómodo, un lugar demasiado iluminado también puede deslumbrar la vista.
En este consejo, es importante recordar que muchas superficies tienen la capacidad de reflejar la luz, como paredes blancas, objetos metálicos y espejos. Por lo tanto, si una habitación tiene colores claros, por ejemplo, las lámparas no necesitan ser tan intensas, y mucho menos dirigidas hacia objetos que reflejen la luz.
3 – No descartes la iluminación natural
Un error fundamental al diseñar espacios es enfocarse únicamente en la iluminación artificial, sin tener en cuenta la influencia de la luz solar en cada habitación. Por lo tanto, además de planificar la disposición de lámparas, luminarias y lámparas de mesa, concéntrate también en la creación de espacios diseñados especialmente para aprovechar al máximo la luz solar. Como resultado, estos espacios también serán más ventilados y frescos, brindando la sensación de comodidad y tranquilidad que el cliente busca.
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